Firefox está en menos del 4% de las computadoras personales y un 0,5% en los smartphones. El caso es también que necesitamos Firefox más que nunca. En un escenario en el que las grandes compañías despedazan nuestra privacidad como si no fuera un derecho constitucional, el contar con al menos un navegador independiente de Wall Street es tan importante como contar con diarios, radios y canales de TV independientes del Estado. El mecanismo mesurado de la publicidad dirigida, al combinarse con inteligencia artificial y billeteras sin fondo, han hecho de la web un panóptico inadmisible. Firefox siempre fue parte de la solución (más compleja, más trabajosa) para ese problema. Y ahora vemos que Firefox está en pleno declive. Google se quedó con la web y fue lo bastante inteligente para lanzar su propio teléfono tipo iPhone, cinco meses después del primer iPhone. Aplastado entre estos movimientos tectónicos quedó Firefox. Pero el final está abierto, como pasó con la primera guerra de los browsers, con la batalla por los sistemas operativos, con la movilidad, con las redes sociales y con la contienda por el silicio. permite seguridad Firefox para todo lo que concierne a la vida privada.  La fundación ha anunciado ya que en breve habrá una beta de Firefox Send en Android y muy posiblemente veamos también la útil herramienta en extensiones del navegador, una forma mucho más intuitiva y accesible de utilizarla.