<p style="text-align:justify">En Cien a&ntilde;os de Soledad, los primos Jos&eacute; Arcadio Buend&iacute;a y &Uacute;rsula Iguar&aacute;n tuvieron temor de que procrearan hijos con cola de cerdo fruto de su parentesco. En Amaranto, un peque&ntilde;o pueblo de Colombia, tambi&eacute;n hubo un miedo similar; sin embargo, desde hace 100 a&ntilde;os, primos hermanos se han casado entre s&iacute;. <p style="text-align:justify">Los primeros en contraer matrimonio en&nbsp;Amaranto&nbsp;fueron los primos hermanos Luis An&iacute;bal Vanegas Galeano y Alba del Jes&uacute;s Galeano Henao, seg&uacute;n el peri&oacute;dico colombiano&nbsp;El Tiempo. Lo hicieron hace casi 100 a&ntilde;os, cuando llegaron a la localidad y de su uni&oacute;n nacieron 11 hijos y decenas de nietos. La pareja pidi&oacute; permiso a la m&aacute;xima autoridad religiosa de Antioquia para concretar el casamiento. <p style="text-align:justify">Seg&uacute;n refiere el medio, una de las principales preocupaciones al procrear eran las malformaciones, las cuales han llegado en diferentes formas en la localidad, pero aun as&iacute; la tradici&oacute;n continu&oacute;. &ldquo;Una regla de la naturaleza&rdquo; <p style="text-align:justify">Alba del Jes&uacute;s tiene 85 a&ntilde;os, pero recuerda bien c&oacute;mo fue que solicitaron la autorizaci&oacute;n al obispo de Jeric&oacute; a trav&eacute;s de la curia de Ciudad Bol&iacute;var, un peque&ntilde;o pueblo del suroeste de Antioquia. Para ello, se les impuso como penitencia 50 padrenuestros, 20 rosarios y 6 confesiones. <p style="text-align:justify">&ldquo;No hab&iacute;a nada que hacer, nos enamoramos, as&iacute; fue mal visto. Es que fuimos criados en la misma vereda, nos ve&iacute;amos casi a diario, por eso resultamos casados, de estar tan cerca, tan apegados. Pero tambi&eacute;n hab&iacute;a algo, una atracci&oacute;n, porque a pesar de que yo me fui a Medell&iacute;n unos meses, no me fij&eacute; en nadie m&aacute;s y cuando volv&iacute; a la vereda nos ennoviamos&rdquo;, dijo Alba a El Tiempo. <p style="text-align:justify">El pasado mes de marzo, en Amaranto se realiz&oacute; una fiesta que reuni&oacute; a por los menos 100 integrantes de los Vanegas, Galeano y Henao. El motivo era celebrar los 50 a&ntilde;os de matrimonio entre los primos hermanos Luis y Alba del Jes&uacute;s. <p style="text-align:justify">Angie Paola Galeano Henao y Cristian Alejandro Galeano Henao son parte de la nueva generaci&oacute;n. Ambos son primos hermanos y tienen un noviazgo desde hace dos a&ntilde;os. De acuerdo con ellos, su relaci&oacute;n responde a una regla de la naturaleza. <p style="text-align:justify">&ldquo;Estudiamos juntos, nos conocemos desde peque&ntilde;os, adem&aacute;s vivimos a cinco minutos, por eso nos podemos ver todos los d&iacute;as. La verdad, para m&iacute; es normal, no encuentro una explicaci&oacute;n, es pura atracci&oacute;n y cercan&iacute;a&rdquo;, asegur&oacute; Angie. <p style="text-align:justify">Para Umberto del Jes&uacute;s Henao Galeano, uno de los casi 200 miembros de la familia que habita en Amaranto, las uniones entre familiares no solamente son normales, sino que, a su juicio, son mejores puesto que &ldquo;las cosas quedan en familia&rdquo;, lo que hace que todo sea &ldquo;m&aacute;s f&aacute;cil, no hay tantos problemas o envidias&rdquo;. <p style="text-align:justify">&ldquo;La estima y el cari&ntilde;o se siente. Nos la llevamos bien entre todos, celebramos todas las fiestas juntos, somos la vereda m&aacute;s unida y sana que tiene Ciudad Bol&iacute;var. Ac&aacute; se puede decir, no hay ri&ntilde;as o peleas y hace a&ntilde;os no hay muertes violentas. Nos morimos de viejos&rdquo;, concluy&oacute;.